viernes, 21 de noviembre de 2014

Madres comunitarias, líderes y voceras de la localidad.

El jardín infantil “Caritas Felices” se ubica en el barrio la fragua de Bogotá a su cargo encontramos a Tatiana Correa, una joven de 31 años quien emprendió una caótica, pero tierna labor al abrir las puertas de su casa, para refugiar durante doce horas al día a niños y niñas, pertenecientes a familias de bajos recursos del sector.  
Bajo su cuidado tiene actualmente a 17 menores entre los 8 meses y los 9 años y aunque es una gran responsabilidad, asume su labor de madre comunitaria con total entrega y afirma que es una bendición estar rodeada del amor ingenuo y leal de sus niños. Pero sin duda debe capotear diariamente con los conflictos y carencias que les rodean. Una de ellas es la escasa financiación por parte del estado ya que su ingreso mensual no supera la suma de $500.000, además de la falta de material didáctico o artístico que sirva de instrumento constructor en los infantes.
Tatiana ha participado de manera activa en el derecho a la huelga que acobija a todo ciudadano, movilizándose con otras madres comunitarias para reclamar ante el Instituto de Bienestar Familiar la formalización de su oficio y aunque no es mucho el tiempo libre que tiene, procura estar en constante preparación en cuanto a los métodos de enseñanza y defensa de sus propios derechos se refiere.
En la localidad de Antonio Nariño su labor y carácter son reconocidos, ya que en muchas ocasiones, ha denunciado lamentables casos de maltrato infantil, ha convocado a la comunidad a través de actividades de esparcimiento para recoger fondos. También para la época navideña organiza multitudinarias novenas que impregnan de felicidad no solo a los pequeños, a la comunidad en general.
Es de suma importancia que el gobierno fije su mirada a la problemática que enloda un programa de beneficio para la primera infancia y escuche el clamor de las mujeres que han dispuesto su vida al servicio de los demás, compensándoles con las garantías prestacionales y la profesionalización de una actividad menos preciada pero de vital funcionamiento para la sociedad.